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Un proyecto repleto de retos
La reforma de esta vivienda en el barrio de Prosperidad en Madrid fue un reto desde el comienzo.
Sus propietarios nos pidieron un hogar donde establecerse y empezar de nuevo. Un espacio para vivir cerca de sus hijos, pero, sobre todo, de sus nietos.
El programa de necesidades era convertir una vivienda de 3 dormitorios con baño y cocina independiente en una vivienda de dos dormitorios, uno de ellos con vestidor, dos baños y cocina integrada en el salón.
Reto 1
Una de las premisas era mantener la mayoría del mobiliario que ya tenían de su vivienda anterior ubicada en Valencia y de mayor tamaño.
El reto aquí consistía en hacer una transformación de la vivienda que se adaptara al programa de necesidades que tenían, generando espacios muy neutros que pudieran acoger los muebles de los propietarios para que en conjunto la vivienda tuviese un diseño actual y cómodo.
Reto 2
Su segunda premisa era la necesidad de que los espacios sociales, es decir salón comedor y cocina, fuesen de un tamaño similar a la vivienda anterior, lo que implicó integrar la galería a la vivienda para generar un espacio abierto y totalmente comunicado de casi 30 m2 que desemboca en la pequeña terraza de la vivienda.
Reto 3
La tercera premisa era ganar espacio de almacenamiento, lo que nos llevó a aprovechar cada rincón, bien fuera para construir estanterías de obra o armarios, aprovechando hasta el último centímetro de la vivienda.